Cuando una musa se va, dejando su
Sonrisa en el aire, recuerdos atados
En mi corazón y mi mente, donde desde
Ahora vivirás ausente por siempre.
Cuando una musa se va, sus caricias se
Evaporan lentamente, dejando en mi piel
Las huellas de su mano que suavemente van
Quedando en el olvido eterno del recuerdo.
Cuando una musa se va, creando un
Vacío que solo Dios sabe si volverá ha
Llenar, la verdad es que duele verla
Partir, sintiendo como desaparece el calor
Que hasta ayer provocaba en tu piel.
Cuando una musa se va para morar
En el cielo, se observa una nueva estrella
En el firmamento, un suave y tierno viento
Acaricia a los que la quisimos tanto.
En memoria de Ella con cariño Adolfo Cantarely
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